Muchos de nosotros hemos oído hablar de las cavidades, pero, ¿qué son?
Una cavidad es un agujero en el diente que, con el tiempo, se vuelve más grande y más profundo. Algunas veces, a las cavidades se las llama caries dentales. Las peligrosas bacterias de las cavidades pueden fácilmente contagiarse en una familia.
Tener una carie puede ser un serio problema, incluso en bebés y niños pequeños. Si no se la arregla, una carie puede causar mucho dolor, pérdida del sueño, dificultad en el aprendizaje y una mala salud en general. Si una carie está en un diente de leche, puede dañar los dientes permanentes que están debajo y todavía no han salido. Si las caries no son tratadas por mucho tiempo, pueden llevar a la hospitalización y operación quirúrgica dental que requiere que su niño esté bajo la anestesia general.
Los dientes de bebés sanos son blancos y brillantes y no causan dolor. Las encías sanas son rosadas, rodean al diente estrechamente y no sangran. Las caries dentales usualmente comienzan en los dientes superiores del frente y luego pasan a las muelas y los dientes inferiores del frente.
Cada niño puede experimentar caries de manera diferente, pero algunas de las señales de que su niño podría tener una carie incluyen:
La buena noticia es que es fácil prevenir las caries, si uno sabe cómo aparecen y cómo prevenirlas.
Las caries son causadas por:
Maneras de prevenir las caries:
Una de las mejores maneras de ayudar a prevenir las caries es llevar a su niño al dentista antes del primer año para que se haga un simple reconocimiento. Usted tendrá la oportunidad de hacer preguntas y el dentista podrá evaluar suavemente los dientes de su niño para tener la seguridad de que salen de manera saludable.